Habilidades para el trabajo

La Educación basada en competencias.

Para entender la importancia que tiene este modelo educativo y su impacto en el desempeño exitoso de los futuros trabajadores en el mercado laboral, debemos revisar el marco histórico, teórico y conceptual como punto de partida.

Según Jean-Pierre Astolfi profesor de ciencias de la educación de la Universidad de Ruan, hay tres modelos de enseñanza principales: Modelo Tradicional (Egipto-Greco Romano); Modelo Conductual (1878-1958) y el Modelo Constructivista (1950-1966).

Por otro lado podemos definir una Competencia como la integración de conocimientos, desempeños, actitudes, hábitos y valores necesarios para realizar una función o trabajo especifico.

Uno de los temas principales del profesor y psicólogo David McClelland fue el estudio de competencias laborales (1973), McClelland se da cuenta y demuestra que los test de inteligencia y los expedientes académicos por si solos no son capaces de predecir con fiabilidad la adecuada adaptación al mercado laboral y a la resolución de los problemas cotidianos de la vida.

El profesor McClelland funda la empresa consultora McBer&Company (1965-1989) y realiza la primer descripción especifica para una función gerencial dentro de una organización, dando como resultado la descripción de 19 competencias para su óptimo desempeño.

Finalmente la OIT, UNESCO y la OCDE (1980-1990) implementan el modelo de McClelland y el Banco Mundial invita a todos sus miembros a desarrollarlo en sus países. 

Desde 1990 los diferentes países han buscado implementar este modelo educativo basado en competencias, con la finalidad de mejorar la productividad y calidad de vida de los trabajadores. 

México, para dicho fin ha creado el Sistema Nacional de Competencias y el CONOCER. Aún se requieren mayores esfuerzos para estar a la par de países desarrollados en materia educativa como Finlandia, Australia, Canada o Corea de Sur, por mencionar algunos. 

Por lo tanto podemos decir que el concepto de educación basada en competencias es un modelo de aprendizaje que prioriza las competencias que adquieren los alumnos/trabajadores durante el tiempo que permanecen en las aulas o en los centros de capacitación.

Uno de los principales objetivos de un sistema educativo basado en competencias es generar individuos preparados para los retos del futuro; proveer a alumnos/trabajadores con conocimientos, destrezas y actitudes en diversos ámbitos y campos de estudio. 

Es de todos conocido que estamos enfrentando retos únicos y sin precedente, tanto en el ámbito social, económico y de medio ambiente, todo esto acelerado por la globalización y la vertiginosa transformación tecnológica. Al mismo tiempo todos estos cambios proveen nuevas oportunidades para el avance y desarrollo humano. El futuro es incierto y no podemos predecirlo, sin embargo, necesitamos estar abiertos y listos para afrontarlo. Los niños que se incorporaron al sistema educativo básico en 2018 serán adulto jóvenes para el 2030, y los que estén bien preparados con base en competencias, tendrán la posibilidad de ser los agentes del cambio que tanto necesitamos. 

Para poder navegar y enfrentar el futuro incierto, los alumnos/trabajadores deberán desarrollar la curiosidad, la imaginación, la resiliencia y la auto-gestión, necesitarán aprender a respetar y apreciar las ideas de los demás, las perspectivas y valores de otros, y deberán ser capaces de hacer frente al rechazo y al fracaso, y de moverse a pesar de la adversidad. Su motivación será mucho más que tener un buen trabajo y un suelto alto, necesitarán involucrase y preocuparse por el bienestar de sus amigos y de sus familias, el de su comunidad y del planeta.

La educación basada en competencias puede proveer a los aprendices de rumbo y propósito, además de dar las competencias que necesitan para enfrentar y dar forma a sus vidas y contribuir a la vida de los demás. Para saber cual podría ser la mejor forma de hacerlo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha lanzado el proyecto “El Futuro de la Educación y habilidades 2030” [E2030 Position Paper (05.04.2018).pdf], este trabajo tiene la finalidad de ayudar a los países, instituciones educativas y privadas a responder las siguientes preguntas:

  • ¿Qué conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesitarán los estudiantes de hoy para prosperar y dar forma a su mundo?
  • ¿Cómo pueden los sistemas de educativos desarrollar estos conocimientos, habilidades, actitudes y valores de manera efectiva?

Uno de los objetivos de este documento es invitarte a reflexionar sobre las tendencias y retos educativos a los que nos enfrentaremos nosotros o nuestros hijos. Y que vayas tomando las acciones necesarias hoy para tomar las oportunidades que sin duda traerá este nuevo orden mundial.

Finalmente, en Inteligencia Financiera GSP, buscamos contribuir y dar valor a nuestra comunidad por medio de nuestro contenido. El curso de Inteligencia Financiera GSP prepara a los alumnos bajo el Estándar de Competencia (EC0754) del CONOCER, que garantiza en los alumnos, que aprenderán los conocimientos, destrezas, actitudes, hábitos y valores para “implementar la educación financiera con enfoque productivo para los trabajadores”.

Si deseas más información contacta con nosotros en nuestra página web: https://inteligenciafinancieragsp.com/producto/curso-online-110-usd-1-y-2-de-julio-2022/

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